domingo, 22 de febrero de 2009

"Paradise now"

Cómo empezar, cuando ya es tarde. Cómo decir algo, cuando todo esta visto o dicho. Cómo insinuar algo, cuando todo se ha mostrado. Cómo añadir algo a lo que todo el mundo ha decidido olvidar. Ni los nuevos cohetes enviados desde el Líbano, llegan a más gente a la que le puede interesar. Todo este silencio, todo este olvido, que durante unas semanas, fueron centro de atención mundial, me provoca un nuevo recuerdo, el de esta película: "Paradise now", ganadora de un globo de oro en el 2006. Me parece muy curioso, que esta historia, donde dos jóvenes se convierten en bombas humanas, fuera galadornada por los americanos con un globo de oro a la mejor película de habla no inglesa. Me recuerda momentos de dudas de los dos jóvenes antes de tomar la última decisión de sus vidas y me lleva a la escena de la ducha de "Elephant", recordándome cuantas últimas decisiones, tomamos que después se nos convierte en contra. Pero centremonos en Palestina y ese conflicto creado por occidentales que, al acabar la segunda guerra mundial, se creían dioses y decidían por el resto de las personas que sobrevivieron al magnicidio general que es una guerra. Esos nuevos dioses (creo que también se podrían llamar "superhéroes"), designaron la tierra prometida para el pueblo judio, en una tierra desiértica, donde podrían convivir con los palestinos. Pero, claro no se acordaron que ellos, los palestinos, vivían desde hacía centurías en esas tierras que sangre les había costado (y ahora me acuerdo de "Murieron con las botas puestas" y los indios americanos). Pero siguieron adelante y, no contentos con ello, crearon un enemigo eterno y construyeron muros para salvar a occidente del terrible enemigo y dividieron un país, que ahora está unido aunque separado,... Y sé que estoy mezclando temas, pero creo que todo el mundo debería ver esa película, para entender, que occidente no puede ir repartiendo tierras como quien reparte estampitas o cromos a los niños. No puede creerse el salvador de un mundo que se autodestruye y tampoco puede pretender olvidar y no recordar, lo que hace unos días era actualidad, desde los informativos más comunes hasta los más reaccionarios.¿Dónde queda el recuerdo de lo que ha sucedido? ¿Dónde la solución? En la explosión final de una película. Si no la han visto, veánla. Es prodigiosamente bella, la muerte.

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