jueves, 30 de octubre de 2008

"flores rotas"

Hoy, aunque hace días que la tenía pendiente, me viene a la cabeza una película de uno de mis directores favoritos (Jim Jarmusch), para explicar una manera de vivir la vida, una manera de ser, secreta pero que a todos nos apena. La semana pasada y, por cuestiones de trabajo, acudí a la sede de visitas biológicas de la DGAIA (mejor poner las siglas), donde los familiares de niños que se les ha quitado la tutela se reunen para mantener el contacto. La sensación de estar en aquel corredor con las habitaciones de cristal, viendo sin observar, escuchando sin oir, me recordó a las clases de naturales de la primaria (antigua EGB), donde se nos explicaba el crecimiento de la vida, en este caso de los árboles y de las plantas. Levanté un momento la mirada, y me acudió a la imagen el título de la película de Jarmusch. Son flores rotas, desarraigadas, arrancadas de su tierra, para volver a crecer, con más fuerza, con otras posibilidades en el interior de una maceta, fuera de su tierra natal, fuera de su fuente, donde podría no crecer o, simplemente, morir destruida. Son vidas rotas, pero, principalmente, flores rotas, ya que el retorno, el volver a tener cerca la semilla o la tierra que les vio emerger, tampoco les sirve de mucho, ya que ahora intentan crecer en otro lugar, beben de otras fuentes, aunque en sus raices guardan recuerdos del que un día fue su lugar de origen y el deseo està presente, pero la seguridad de la maceta, les previene del lado del que no deben caer. Todo esto me vino a la cabeza en una hora que estuve allí y hacía tiempo que lo quería poner, ya que algunos tenemos la posibilidad de volver, es decir, de enriquecernos de la tierra y los alimentos de donde nacimos, pero otros, aunque lo deseen en sus raices, no lo pueden hacer, ya que les acabarían convirtiendo en flores machacadas, en flores destruidas, en vidas sin color, en pétalos que caen mecidos por el viento, en silencios, en nada.

miércoles, 22 de octubre de 2008

"La crisis carnívora"


El título de esta entrada me ha llegado de casualidad. Esta mañana, pensando que no iba a recordar el título de una película que me permitiera hablar de la "archipaupérrimaconocidisima" crisis, he pensado en los creadores de "Cálico Electrónico" y me ha venido a la cabeza, vagamente la idea que han realizado una película que se estrenará el año que viene. No conocía el título, pero buscando y buscando lo he sacado y me ha servido para encabezar la entrada de hoy. Hoy voy a hablar de la crisis, pero no de la que nos recuerdan día sí, día también, hora tras hora y minuto a minuto, diarios, periódicos y personas de nuestro entorno, cuando nos encontramos en el ascensor (o se habla de crisis o se habla del tiempo). Si no de "la crisis carnívora" que nos rodea.

Ayer un simple paseo, servía para observar y escuchar lo siguiente: "No llego a fin de mes, pero me tomo un café todos los días con los compañeros en el bar, antes de trabajar; comemos juntos todos los jueves; sábados cenamos en algún restaurante y vivimos en un piso nuevo con piscina y jardín comunitario, pero no llego a fin de mes" (En este caso sólo hay que hacer un poco de cuentas para entender que algo pasa). "Suerte que el año que viene mi hija va al colegio. Llevo tres años pagando trescientos euros al mes por llevar a X de 9 a 12 horas (sin que se quede a comer). Si se quedará a comer debería pagar cada día 20€ y, a parte, pago una parte de la calefacción de la guardería. ¿Si se podría quedar con alguien? sí con mi madre, pero bueno, ya con que la vaya a recoger cada día. Yo estoy por las tardes con ella" (Perdonen, pero algo falla aquí, pueden ser los precios, lo aprovechados que son algunos o que los ajustes de cuentas no nos lo hacemos, por que no lo vemos necesarios). "Me he comprado un cochazo que te cagas, ya verás cuando lo "maqueé". ¿de qué estás trabajando? Llevo un mes y medio en una ETT, pero dentro de poco me las piro, estoy rallado y ahora que tengo el "buga" pues eso, hay que quemarlo y disfrutarlo. Ya verás que guay es!!!" (no hago ningún comentario). "Mamá quiero un juego, quiero un juego, quiero un juego. Hoy no toca, ya te compré la semana pasada la PS3 con dos juegos y hoy no toca" (también sin comentarios, si pensamos que el niño no tendría más de seis años).


Podría seguir con otros ejemplos que acontecieron en un paseo de una hora y media. En ese trayecto pude observar, bares llenos, colas en los cines, restaurantes a medio llenar, tiendas y centros comerciales con gente comprando y cambiando cosas. Algún comentario fuera de lugar como: "¿crisis? Yo no siento la crisis, en tal caso los bancos que me pagan mis gastos". Me callo por qué no sé que decir. Lo que es cierto, es que de no creernosla o de no querer nombrarla, se ha conseguido dos cosas: una que nosotros sigamos con nuestras rutinas automatizadas de compras y costumbres (no tengo nada en contra de ellas), ya sea a nivel individual y personal como empresarial (sino, recuerdo lo que hizo una multinacional americana rescatada con sus empleados, al recibir la lluvia de millones o las quejas de las constructoras, qué porqué no reciben ellos ayudas como las que se dan a los bancos). Y la segunda es el hecho de conseguir un efecto "invisibilizador" (si existe la palabra) de la crisis, reconocemos que no podemos, sabemos que no llegamos pero tragamos igualmente, ya que el mensaje que nos enchufan, es que estamos metiendo dinero para recuperar la confianza de los consumidores y así mantener el sistema.

Lo que no nos están diciendo es que eso es un simple parche y que al igual que las ruedas de las bicicletas (sean o no, para el verano) con parches, se acaban reventando de nuevo y, entonces, sólo te queda renovar la rueda, es decir, el sistema.

martes, 21 de octubre de 2008

"Asignatura pendiente"

Otra vez recurro a Garci para realizar una nueva entrada en el blog. Ayer me volví a matricular en la UNED de las asignaturas de primero que me faltaban y las pendientes del año anterior. De hecho, realizando la matrícula (in situ pero en la distancia de una mesa y un ordenador con dos pantallas), me daba cuenta que tenía otra "asignatura pendiente", que no era sólo nominal. Me explico. El año anterior me había matriculado de seis, de las cuales había aprovado tres, una no me había presentado y dos las había suspendido con un 4,8/4,9. Todo esto sin estudiar ( o, al menos, sin demasiado tiempo dedicado a ello). Fue entonces cuando descubrí mi otra asignatura pendiente: la constancia.
Nunca he sido demasiado constante y siempre he basado la fuerza de todo lo que hacia o me ocurría en el ahora, sin una planificación, sin una organización previa. Pero hasta ese momento (o, tal vez antes, si nos ponemos a pensar), no me había dado cuenta de lo importante que resulta para la obtención de objetivos concretos y personales. Pero, por encima de todo, para el control de tu vida, para tirar adelante con ella, sin que esta te domine. Pensar, recapacitar y ser fiel a tus ideas, forma parte del concepto de la constancia. Y eso fue lo que me vino a la cabeza, mientras dictaba los códigos de las asignaturas que cursaré este año.
Al regresar a casa, la idea me seguía dando vueltas en la cabeza y pensaba en Garci (nadie creera lo de la primera entrada de este blog) y me venía imágenes difusas y lejanas, de la película, que me provocaban la búsqueda de otras asignaturas pendientes, viniéndome a la mente personas, acciones y fragmentos de un pasado sin cerrar, mostrándome otra de las asignaturas pendientes: saber guardar el pasado (aunque sea "en un grano de arroz, dentro del estómago de un pez, que es tragado por una ballena, que a su vez se encuentra nadando en la lava de un volcán, en una isla desierta, protegida por un mosntruo de dos cabezas,....") para poder vivir en el presente.
En ese momento me dí cuenta, que se deben cerrar puertas al pasado, que aquello que abres alguna vez, debe ser cerrado, para que no vuelva a aparecer o, al menos, para reconocer que fue hermoso aquello que viviste o hiciste.
Por todo esto, continuaré en la UNED hasta que acabe.

domingo, 19 de octubre de 2008

"La tierra de los muertos vivientes"

Ayer ví esta película. Me dolía el estómago y no había manera de que el sueño me venciera (ya van tres domingos seguidos que me ocurre lo mismo. ¿Será la proximidad de los lumes?). Hacía tiempo que no veía a George Romero en acción, ni tampoco que veía una película de zombis. De hecho, los zombis me fascinan, al igual que los vampiros o esas luchas extrañas entre luz y sombra. Pero los zombis, siempre han estado conmigo, desde pequeño. Crecí con películas de terror y gore antes de empezar el instituto. Aún recuerdo, la imagen de ver un "Drácula" a los siete años, escondido debajo de la mesa del comedor de casa. Pero los zombis, son diferentes. Así, como los vampiros iban entrando y saliendo, los zombis poblaban mis sueños y me sembraban de dudas, ya que viera películas de ellos o no, siempre estaban ahí. De hecho, monté una visita a Sitges, en el pasado festival, para ver un pasacalles de zombis de todos los lugares del mundo. Fue Fantástico.

Durante un tiempo, fuí a sesiones de psicoanálisis. No me encontraba muy sano e intenté buscar una solución. Allí desgrané un sueño que la psicoanalítica me devolvió con gran sorpresa. Le expliqué que desde pequeño había tenido sueños con zombis y muertos vivientes que me pserseguían y que acababan despertándome. Todos aquellos que me rodeaban eran muertos y yo era uno de los pocos vivos. La variación del sueño era que había tenido un sueño, donde yo era un zombi que quería proteger a mi compañera de mi mal y la protegía del resto de muertos. Ese esfuerzo de protección me despertaba sobresaltado. La psicoanalítica me comentó: "Te has convertido en uno de ellos y proteges a la persona que más quieres, para que no se convierta en una más del montón. Antes eras diferente, ahora ya no".

Me mató.

Una vez vista la película y recordado este momento, me pregunto: ¿Estamos todos muertos o los vivos son los que se nos han ido, dejándonos en esta tierra putrefacta y llena de muerte? ¿Son los muertos los más listos?

"el día de mañana"


Ayer escuché las siguientes palabras:


"Hoy no podemos decir a qué se dedicará la nueva sociedad y decir algo sería ponernos en un lugar que no nos corresponde, eso se decidirá el próximo 8 de noviembre. ¿Qué se dirá allí? Tampoco lo sabemos y es lo mejor, que no lo sepamos nadie, sólo quién se presente allí y se quedé hasta el final, lo conocerá(...) ¿Alguna pregunta más?"


El contexto sería una reunión de una cooperativa con la idea resumida de "ampliar el negocio" hacia la sociedad limitada y con un carácter más privado.


Bien, cuando escuchaba estas palabras me vino a la cabeza la portada de la película que anuncia esta entrada y aquí estamos, con el misterio del mañana, ¿Qué ocurrirá?. La incerteza sería más apropiada que el miedo. Crear incertezas es lo que favorece la idea del "...y hasta aquí puedo leer" (de las targetas de Mayra Gómez Kemp) o del pestañeo y el silencio del presentador de ¿Quiere ser Millonario?. Pero también es la incerteza que descubre dicha película de director alemán sobre qué nos ocurrirá si seguimos aprovechandonos de la naturaleza, sin escucharla. Pero mi pregunta sería: ¿La incerteza es necesaría para crear y ayudar a la participación? ¿Es necesaria para decirle a alguien, mañana te lo digo, ya que hoy no puedo, aunque ya lo sepa/s? Realmente, la persona o el ser humano reaccionará ante la idea del no saber que ocurrirá o eso le crea la duda de qué hacer o decidir. Algunos decidirán abandonar, otros seguirán en la brecha, pero el mañana siempre estará ahí, con sus inseguridades y manipulaciones,...


No lo sé, lo único que sé es que cuando acabó la frase yo me imaginaba la ola que asolaba Nueva York y el barco que navegaba libremente por la ciudad de los rascacielos, pensando... ¿Y mañana qué?

viernes, 17 de octubre de 2008

"La Soledad"

Es curioso como existen palabras que expresan muchas cosas con el mínimo de construcción posible. Esta es una (aunque aquí nace de la referencia de una coproducción argentina-urugaya o viceversa). Soledad. Es una palabra que muchos escritores buscan por la cantidad de conceptos que guarda en su interior. Soledad. Es una palabra densa y que invita a la reflexión. Soledad. ¿Qué significados guarda este sonido /soledat/? No lo sé, sin buscarlo en un diccionario, ya que en ocasiones, esas búsquedas, no hacen más que cargarse el misterio de ciertas palabras mágicas y por eso no lo voy a hacer. Soledad. Lo que sí sé es que significados me ha hecho escribir y empezar con ella esta nueva entrada:
1. La susodicha película por ser una manera sencilla de expresar diferentes significados de la palabra soledad.
2. Por el nombre de una persona que recuerdo, entrañable y extraída de un cuento.
3. Porqué hay pruebas en las que estás tú y las paredes blancas de un lavabo y sólo te queda la inspiración (y así te lo dicen los médicos).
4. Por los niños que lloran sin saber porqué e intentas consolar más allá de tu tiempo real.
5. Porqué cuando empiezas de nuevo, todo nace de un principio único que eres tú mismo y tu persona.
6. Por las postdicusiones o prediscusiones que no llegan a hablarse y sí a plantearse.
7. Por observar que otras personas marchan y tú sigues ahí, sin entender porqué han marchado.
8. Por las ausencias.
9. Cuando no entiendes el mundo que te envuelve y necesitas comprenderlo poniéndole palabras.
10. Por la propia ausencia de compañía.
Creo que sólo me dejo una: la desconfianza de un equipo cuando trabajas en equipo. Otra podría ser "la mítica", del delantero y el portero en un penaltí. Pero, ¿por qué nadie habla del balón y su punto blanco en el centro del área a once metros de la red de su amada y esquiva portería? Eso sí que es SOLEDAD con mayúsculas...

jueves, 16 de octubre de 2008

"dias de Otoño"

De nuevo el título de una película. No hay nada más. Nos encontramos en una extraña y complicada transformación del tiempo climático. Para algunos el cambio no existe, para otros es una realidad y para nuestro fondo de armario un Kaos. Todo está desordenado como los "días de otoño". En Otoño se producen cambios en la naturaleza, hay hojas que caen, hojas que cambian de color, aparecen nuevos frutos y desaparecen otros. Se acortan los períodos de luz y aparece la oscuridad como la caja negra de un escenario, cubriendo la mayoría del día. Todo cambia pero he llegado a oir cosas tan imposibles y deslumbrantes como estas dos perlas que me han provocado escribir hoy:
"Esto con Franco no pasaba" (vecino de la comunidad donde vivo, entrado en años y con falta de memoria, en una conversación sobre el tiempo en el ascensor). Sigo sin comprender el amor que sienten algunas personas por semejantes "retazos" (tomo el término prestado de magin) históricos de un pasado ficticio de gloria y superación. Y no pretendo alargarme, ya que si no llegaría el invierno y pasaríamos de una referencia cinéfila mexicana a otra francesa que no toca y tampoco es la intención.
"Celebraremos la castañada con los niños el 21 de octubre" (conversación con una profesora). Siempre hablamos de la importancia de los valores y de mantener ciertas tradiciones forclóricas y, sobretodo, transmitirlas. Pero cuando la globalización nos invade y fiestas más cercanas a la diversión o con una mejor campaña de marketing, invaden el mundo, ¿dónde están los valores y las tradiciones a transmitir? A veces son los calendarios y la organización lo que no permite está transmisión, pero... ¿Por qué celebrar la castañada el día 21 y el 31 el Halloween, si la segunda es una fiesta que no entendemos? Halloween es una fiesta de los muertos a la americana que proviene de la adoración por sus atempasados difuntos y los disfraces y calabazas actuales no son un reflejo de esa tradición, sino una excusa de diversión, del espectáculo y de la grandilocuencia del imperio norteamericano. Halloween no deja de ser un producto de cartón que nos han vendido y que nosotros hemos adquiridos, sustituyendo a otras que para nosotros deberían tener más valor e importancia. Pero, bueno, la celebramos antes y ya está!!!!
Esos días de Otoño que no pasan ni se transforman y que alargan un verano acabado. Todo parece irreal, pero ves caer las hojas marrones de los árboles y te imaginas los colores del bosque, de las montañas y suspiras porqué aparezca el invierno y desaparezca por fín el verano.

miércoles, 15 de octubre de 2008

"Volver a empezar"


Aunque no me guste el cine de Garci (todo es relativo, pero en este caso, para mí no lo es), redescubro un blog que tenía perdido en el hiperespacio y lo titulo como la famosa película del supuesto director-fumador, que nos valió un Oscar. Tres curiosidades:

1. El título del blog me recuerda a una libreta que escribía en mi adolescencia sobre el mundo que me rodeaba.

2. Para quien no me conozca me llamo Òscar (como el premio).

3. el título de volver a empezar es cierto, ya que al recuperarlo, he vuelto a escribir sobre él, cuando no lo hice en su momento, es decir, representa un nuevo comienzo.


Más curiosidades de un día como hoy, relacionados con la famosa película del susodicho director serían que volvemos a empezar en todo: búsqueda de trabajo, búsqueda de preguntas antiguas búsqueda de respuestas, de pruebas, de amistades,.... Es, de hecho, una vuelta a empezar, de cerrar un paréntesis de dos años y cinco meses para abrir otro nuevo o iniciar una nueva frase que construya tu vida. Vuelvo a sentir silencios, cuando Ella no está. Y, de nuevo, como en aquella libreta de mi adolescencia, vuelvo a sentir la necesidad de escribir para entenderme y sentirme mejor. Para, citando a otra película más reciente, "Reloaded=Recargado".


Casualidad o no, 16 años después de iniciar aquella libreta repleta de necesidades y dedicatorias, vuelvo a escribir y dedicar la primera entrada (escrito) a Alfredo y su bitxa, ya que sin él, no hubiera encontrado el camino, es decir, el desaparecido blog que me permite citar a Garci y su película "Volver a empezar".


P.D: Si lees esta entrada, alf, espero que no te haya molestado el hecho de unirte con Garci. es cierto que tienes el honor del inicio de las dos cosas y disculpa por la foto.

P.D2: Espero poder escribir con cierta continuidad, en este caso sobre otras cosas más divertidas.

P.D3: perdonen las faltas y las oraciones inconexas o sin sentido. Forman parte de la realidad del mundo y de las personas.