lunes, 11 de mayo de 2009

"Todo por un sueño"

Hará una semana que me acordé de esta película que unía a una sex symbol y a un cineasta independiente que empezaba a no serlo ( o que jugaba al despiste). La película tiene la gracia de ser cómica con mucha mala leche y ver a la susodicha actriz en un papel hecho a la medida. Del director, lo dicho anteriormente. Paseaba por las calles de mi ciudad de acogida, un día en que no estaba tranquila. El Barça había llegado a la final de la Champions y todo el mundo estaba encantado, maravillado y no se creía nada de lo que había vivido. Después de las quejas, de los insultos y de los "uuuuiiiiis", llegó el gol y todo se desató. Al regresar a casa, después de ver el partdio y charlar con los compañeros del trabajo, me vino a la cabeza este título. La gente asomaba banderas y cabezas por las ventanas de sus casas y coches, gritando el nombre de su equipo. Saludaban a cualquier traseunte con el que se cruzaban y todo el mundo estaba de fiesta, como si algo grande hubiera ocurrido, algo cercano a los sueños. Por un momento, me sentí ausente de todo, como que no estaba allí, que estaba en otro lugar en otra dimensión. Era extraña esa sensación, pero así era. Paseaba por un lugar lleno de quimeras, de sueños que se debían hacer realidad, pero que aún no lo eran. No sabía si realmente caminaba hacia mi casa o mi casa caminaba hacia mí. Todo era extraño. Todo era un sueño. Y, entonces, me acordé de la mujer del tiempo que interpreta Nicole Kidman y me acordé de Gus Van Sant y de la película. Fue entonces, cuando la extraña sensación, desapareció.

2 comentarios:

Alfredo Ruiz Sánchez dijo...

Cierto es. Hay que ver como cosas tan aparentemente supérfluas como que un equipo de futbol gane un "algo" vuelve a la gente distinta. Sorprendente como algo tan ajeno a la vidad diaria puede unir a la gente, que se saluden por la calle, se abracen, compartan gritos y alegrías... Más que un sueño parece una pesadilla surrealista. Supongo que psicológicamente cualquier cosa que nos saque de la realidad diaria, que nos haga saber que el de enfrente siente lo mismo, nos hace sentir miembros de algo mayor, de algo mágico, que se acabará cuando lleguemos a casa y tengamos que acostarnos para trabajar el día siguienteo. Luego toda esta magia se apaga y desaparece. La verdadera magia sería que esto pasara todos los días... Eso sí que sería un sueño.

P.D: La moza va a ser niña y la llamaremos Nora. Esto sí que es un extraño sueño. Otro sueño es que podamos llegar a coincidir en nuestras llamadas... Un abrazo muy grande.

fragmentos de realidad dijo...

Buenas!!!: Encantado de encontrarte por aquí. Me encanta leerte y también saber que vuestro pequeño y extraño sueño sigue adelante, apostando por se real.No te preocupes por la no coincidencia de llamadas, ya se hará realidad. Me encanta el nombre, es la segunda andaluza que conoceré que lo tiene (una prima de Neus que vive en Sevilla, también se lo va a poner a su hija), aunque a mi me recuerda a película o libro... Ahora no lo sé. Espero que todo siga bien. sigo esperando que me digas algo del ladrón de lágrimas. Un abrazo, nos llamamos