miércoles, 22 de octubre de 2008

"La crisis carnívora"


El título de esta entrada me ha llegado de casualidad. Esta mañana, pensando que no iba a recordar el título de una película que me permitiera hablar de la "archipaupérrimaconocidisima" crisis, he pensado en los creadores de "Cálico Electrónico" y me ha venido a la cabeza, vagamente la idea que han realizado una película que se estrenará el año que viene. No conocía el título, pero buscando y buscando lo he sacado y me ha servido para encabezar la entrada de hoy. Hoy voy a hablar de la crisis, pero no de la que nos recuerdan día sí, día también, hora tras hora y minuto a minuto, diarios, periódicos y personas de nuestro entorno, cuando nos encontramos en el ascensor (o se habla de crisis o se habla del tiempo). Si no de "la crisis carnívora" que nos rodea.

Ayer un simple paseo, servía para observar y escuchar lo siguiente: "No llego a fin de mes, pero me tomo un café todos los días con los compañeros en el bar, antes de trabajar; comemos juntos todos los jueves; sábados cenamos en algún restaurante y vivimos en un piso nuevo con piscina y jardín comunitario, pero no llego a fin de mes" (En este caso sólo hay que hacer un poco de cuentas para entender que algo pasa). "Suerte que el año que viene mi hija va al colegio. Llevo tres años pagando trescientos euros al mes por llevar a X de 9 a 12 horas (sin que se quede a comer). Si se quedará a comer debería pagar cada día 20€ y, a parte, pago una parte de la calefacción de la guardería. ¿Si se podría quedar con alguien? sí con mi madre, pero bueno, ya con que la vaya a recoger cada día. Yo estoy por las tardes con ella" (Perdonen, pero algo falla aquí, pueden ser los precios, lo aprovechados que son algunos o que los ajustes de cuentas no nos lo hacemos, por que no lo vemos necesarios). "Me he comprado un cochazo que te cagas, ya verás cuando lo "maqueé". ¿de qué estás trabajando? Llevo un mes y medio en una ETT, pero dentro de poco me las piro, estoy rallado y ahora que tengo el "buga" pues eso, hay que quemarlo y disfrutarlo. Ya verás que guay es!!!" (no hago ningún comentario). "Mamá quiero un juego, quiero un juego, quiero un juego. Hoy no toca, ya te compré la semana pasada la PS3 con dos juegos y hoy no toca" (también sin comentarios, si pensamos que el niño no tendría más de seis años).


Podría seguir con otros ejemplos que acontecieron en un paseo de una hora y media. En ese trayecto pude observar, bares llenos, colas en los cines, restaurantes a medio llenar, tiendas y centros comerciales con gente comprando y cambiando cosas. Algún comentario fuera de lugar como: "¿crisis? Yo no siento la crisis, en tal caso los bancos que me pagan mis gastos". Me callo por qué no sé que decir. Lo que es cierto, es que de no creernosla o de no querer nombrarla, se ha conseguido dos cosas: una que nosotros sigamos con nuestras rutinas automatizadas de compras y costumbres (no tengo nada en contra de ellas), ya sea a nivel individual y personal como empresarial (sino, recuerdo lo que hizo una multinacional americana rescatada con sus empleados, al recibir la lluvia de millones o las quejas de las constructoras, qué porqué no reciben ellos ayudas como las que se dan a los bancos). Y la segunda es el hecho de conseguir un efecto "invisibilizador" (si existe la palabra) de la crisis, reconocemos que no podemos, sabemos que no llegamos pero tragamos igualmente, ya que el mensaje que nos enchufan, es que estamos metiendo dinero para recuperar la confianza de los consumidores y así mantener el sistema.

Lo que no nos están diciendo es que eso es un simple parche y que al igual que las ruedas de las bicicletas (sean o no, para el verano) con parches, se acaban reventando de nuevo y, entonces, sólo te queda renovar la rueda, es decir, el sistema.

2 comentarios:

Alfredo Ruiz Sánchez dijo...

¿crisis?¿Dónde está la crisis? Bueno, te dejo que he quedado para ir a cenar con unos amigos, que vamos a celebrar que Fulanito se casa y nos ha invitado a una boda de nosecuantos cientos de invitados. Ah, y no veas el coche que se ha comprado el tipo. A ver si encuentra un trabajo con qué pagarlo...

maginelmago dijo...

Clavado, el tío lo ha clavado.

Pero, ojo, lo mismo se puede decir para la crisis del 93, cuando todo el mundo iba mal pero todos se compraban DVDs, por ejemplo.

Y, si tiramos para atrás, lo mismo...