jueves, 13 de noviembre de 2008

El hombre invisible

Hay títulos de película que viven de la literatura pero no al revés. Este título tiene variadas versiones cinematográficas, pero todas remiten a un mismo genio: H. G. Wells. Hoy no quiero hablar de genios, quiero hablar de la invisibilidad. En ciertos momentos, observando la vida, mi propio entorno e, incluso, mis aficiones más queridas, veo la invisibilidad de la vida, la que me rodea y la propia. Esta mañana he leido que existe una máquina de fotografiar que hace visible lo invisible, que es capaz de reproducir en una imagen la tos. Al acabar la noticia, me he quedado perplejo y me ha hecho recordar nuestra invisibilidad y a la película que encabeza esta entrada. La idea es sencilla. Nosotros vemos al mundo, el mundo nos ve a nosotros, pero existen otros momentos en que nadie nos ve, ni siquiera nosotros nos reconocemos. Existe un momento en que no somos visibles (y no estoy hablando de la muerte). Y, ¿entonces, qué?. Pienso que en ocasiones, deambulamos por las calles, por los lugares de trabajo, sin ser vistos. Pasamos por la vida obscegados en nuestras cavilaciones, en nuestras pesadumbres, invisibles a lo que ocurre a nuestro alrededor, sin ser vistos, sin ver al resto de seres invisibles. Y, sin embargo nos ven (no con la gabardina y las gafas del personaje, pero casi). Me planteo, sí sólo vemos eso, nuestra ropa, nuestra capa protectora y que el resto pertenece a la invisibilidad. Todo esto no nace de una simple noticia, pero podría ser. Hay más:
1. Se comercializa droga en los colegios e institutos. Se detiene a los vendedores, gracias a un ser invisible que pasaba por allí y lo comunica a la policia.
2. Una idea extraña diferente para el futuro de un niño, se realiza poco a poco y se imagina un futuro real e invisible para él.
3. Las nuevas TIC te permiten comunicarte con el mundo, ser escuchado, pero te mantiene invisible de la realidad y alejado, por qué no decirlo, de la verdad.
4. Lees el diario y despiertas de tu invisiblidad: En África murieron en 5 años 3,5 millones de personas y en Dafhur parece que paran pero no.
5. ¿Alguién sabe que existen unas personas (no invisibles, pero casi) en África, que no sólo pasan hambre, sino que tienen armas para matar y gobernar matando?
6. Descubrir una segunda pirámide en Saqqara (Egipto) de hace 4300 años, posiblemente de la esposa de Zoser, enterrada a 20 metros de progundidad, hace visible un país invisible.
7. Entras en blogs, en páginas que no te pertenecen, que desconoces, te hacen ser invisible para tí y para los demás.
8. La vida, al fin y al cabo, es un acto continuado de invisibilidades, en el momento más inoportuno, vuelves a ser visible y a existir para y por otros.
9. Durante el día eres invisible, en la noche te haces invisible (ya que tiendes a desaparecer) y nada es lo que has soñado o imaginado alguna vez.
Siempre he pensado que en la invisibilidad está la consciencia de querer observar, de mirar y de hacer sin notarse que estás. en la invisibilidad está el pasar por la vida sin querer ser reconocido, el vivirla en los demás, pero no en la tuya. Si eres invisible, casi no existes, ya que no te puedes equivocar, no puedes recibir un beso pero tampoco te pueden criticar. Y éste es el camino que hemos decidido escoger, el camino de los seres invisibles. El hacer sin ser, el ser sin estar.

4 comentarios:

Alfredo Ruiz Sánchez dijo...

La invisibilidad (igual que la imbecibilidad, que suenan parecido) es cuestión de momentos. Hay momentos que eres demasiado visible, te sientes imbécil y quieres volverte invisible. Otras, te sientes imbécil porque eres invisible y quieres que te vean. Otras nos encantaría ser invisibles para ir haciendo el imbécil, o quisiéramos que los imbéciles fueran invisibles para siempre...

Menuda imbecibilidad acabo de escribir...

Pero a lo que voy es que depende de nuestro estado de ánimo el desear o no ser invisibles.

Luego están los invisibles que no deberían serlo (o que lo son por culpa de varios imbéciles): conflictos invisibles, personas que sufren y son invisibles para los que no, la mano invisible que nos maneja, los átomos que aún siendo casi invisibles conforman el mundo visible...

Luchemos contra la invisibilidad inoportuna, con la misma fuerza con que nos gustaría luchar contra los imbéciles inoportunos que nos relegan a la invisibilidad.

Alfredo Ruiz Sánchez dijo...

Fe de erratas: Imbecibilidad, no, imbecilidad

Alfredo Ruiz Sánchez dijo...

Por cieto, que el inicio de esta entrada me ha sonado al 1.2,3. Como diría Mayra Gómez Kemp, hoy en el programa hemos visto a genios, pero no vamos a hablar de genios, sino de invisibilidad. Por 25 pesetas díganos formas de hacer el imbécil siendo invisibles. 1, 2, 3 responda otra vez...

maginelmago dijo...

Leo hacia atrás: oel.
"Más Allá", "invisibilidad"... ¿qué será lo siguiente que me espera, digo lo anterior escrito?