sábado, 22 de noviembre de 2008

"Mentiroso compulsivo"

Hoy vamos a hablar de la mentira, de hecho, hace tiempo que debería haberlo hecho. Todos mentimos, ya sea de forma voluntaria, involuntaria, con la intención de ocultar algo, con la intención de salvarnos de algo que no queremos realizar, por compasión, por puro egoismo,... pero la pregunta sería, ¿por qué lo hacemos? ¿Por qué no somos sinceros y aceptamos la verdad de lo que queremos hacer? Me pregunto si seríamos capaces de hacerlo, es decir, si seríamos capaces de mantener siempre la verdad de lo que hacemos, decimos o hacemos. Yo creo que no y que al igual que la película de Jim Carrey, necesitamos de "algo" externo a nosotros que nos permita un control de nuestras mentiras. Entonces, ¿por qué no podemos aceptarlas y reconocerlas? Es decir, me planteo la siguiente conversación: "Oye, que ya no me gustas y que lo dejamos. Vale, de acuerdo, yo pensaba lo mismo. Perdona, te he engañado, no es que no me gustes, claro que me gustas, lo que pasa es que me he liado con tu mejor amigo y, realmente, está más bueno que tú y bueno, besa mejor y, por eso, he pensado en dejarlo. Vale, de acuerdo, yo también pienso lo mismo de mi mejro amigo". El final, lo reconozco, es demasiado poco real, pero bueno, las comedías, tienen estos puntos de irrealidad. La mentira forma parte de la comedia de la vida. El problema es que mientrás esté bien vista (ya que la utiliza todos los estamentos públicos y privados), no será considerada una enfermedad social, ni siquiera una pequeña lacra. Con esto, se me ocurre pensar que pasaría con las drogas, si no hubiéramos decidido que era una lacra social. Pues eso, que mientrás consideremos la mentira como un bien social o algo socialmente acceptado, no existirá cura para los mentirosos ni búsqueda, por saber por qué lo hacen, ni soluciones. Ya sé que en estudios realizados recientemente, se ha descubierto que los mentirosos compulsivos, tienen más desarrollado la parte blanca del cerebro, donde se encuentra la capacidad de mentir y de crear. No si, al final, resultará cierto lo que dijo alguna vez un escritor (creo que fue Millás) acerca de su profesión: "Los escritores somo las personas más mentirosas del mundo, por eso nos dedicamos a la escritura". Mentirosos o no, hemos de pensar en la posibilidad de poder eliminarla de la sociedad y considerarla como una lacra social, para poder ser atendida como enfermedad, ya que muchas personas mentirosas, se quedan solas y son incapaces de tener relaciones sanas con el otro y consigo mismo, restando para siempre en la soledad más aplastante y sin futuro.

3 comentarios:

Unknown dijo...

la soledad del que busca la verdad es más sola que la soledad del mentiroso.

Alfredo Ruiz Sánchez dijo...

La verdad es que hay mentiras y mentiras. No es lo mismo el que miente convulsivamente, que es una enfermedad, que el que miente para salvar el culo, el honor, o lo que sea.

Pero es una gran mentira que realmente no se acepte la mentira. A la vista de todos no se acepta porque nos hace sentir desprotegidos ante la mentira ajena. Pero en realidad nadie se libra de haber mentido alguna vez. Es como el trabajo en economía sumergida: se debe luchar en contra pero el país no funcionaría sin ella. Un mundo sin mentiras sería absurdo. ¿Qué sería de nosotros sin Juan José Millas?

Unknown dijo...

LO CIERTO ES QUE MAS FACIL CAE UN MENTIROSO QUE UN COJO, PERO... A LO HORA DE CONOCER UN MENTIROSO PATOLOGICO UNO DICE COMO LO DESENMASCARO, DEBO DE METERME EN ESE PROBLEMA, MI FAMILIA ME DIJO CON RESPECTO A UNA AMIGA QUE LO ES...SAL HUYENDO ESA AMIGA ES UN PROBLEMA CAMINANDO.